En la vertiente más friki, Lost es una serie sobre ciencia y fe, e innegablemente esta temporada la ciencia se ha situado en el centro. Mientras los supervivientes del Oceanic 815 intentan desvelar misterios en su esfuerzo para abandonar la Isla, fallan una y otra vez por la distorsión temporal, la energía electromagnética y los viajes temporales de la mente, eso por no mencionar un monstruo de humo bastante irritable que podría estar basado en la ciencia.
En una reveladora entrevista para Popular Mechanics a las puertas del regreso de Lost tras el parón, Damon Lindelof y Carlton Cuse insistieron en que se rompen la cabeza con la ciencia de la vida real para la serie de ciencia ficción de la misma manera que hacen arcos argumentales de seis años o triángulos amorosos.
Antes de que la producción en Hawaii ponga sobre la mesa las ecuaciones físicas, ocho guionistas en Los Angeles direccionan los puntos de cada episodio de una forma tan desesperada como si fueran frikis de Lost. El coordinador de guiones, Greg Nations, localiza una investigación más específica que el semanal Popular Mechanics, Hollywood Sci-Fi vs. Reality Fact Check, mientras el resto de guionistas se basan en un par de años de clases de física, décadas de ingeniería, transmitida por el padre de Cuse... y todas las teorias de viajes en el tiempo de la historia del comic.
Pero los libros de texto pueden quedar abandonados en la sala de edición de la serie, ya que últimamente se rige por las "reglas de Parque Jurásico", porque, después de todo, se realiza en una isla llena de criaturas fuera de lugar. "La ciencia debe ser lo suficientemente cierta como para darle credibilidad a la historia", dice Cuse. "Pero siempre intentamos bordear esa línea entre dos posibles explicaciones, la científica y la mística o mágica, y somos bastante ambiguos sobre cual podría ser la correcta", mantiene Cuse. "Espero que la gente no se sienta decepcionada cuando la serie responda una cuestión, porque nunca hemos prometido que esté basada completamente en la ciencia", añade Lindelof.
Tal vez el misterio más ambiguo entre ciencia y fe en Lost sea ese asesino humo negro. Ya que el movimiento del humo negro siempre se materializa con un sonido metálico, una popular teoría asegura que se trata de cientos de nanorobots trabajando juntos. Lindelof, sin embargo, dice que ese no es el argumento y la identidad final del monstruo no se desvelará hasta el final de la serie en 2010.
Los creadores dejaron caer que lo que resta de temporada giraría alrededor de algunas grandes verdades físicas: la Large Hadron Collider, el acelerador de partículas que podría revelar información sobre el Bosón de Higgs y la energía oscura. Algunos físicos creen que el LHC podría producir pequeños agujeros negros, que podrían abrir un portal de una única dirección hacia otro universo, una puerta que sólo podría abrirse con una fuerza de energía tan grande como Júpiter... o un electromagnetismo dentro de una Isla desierta.
Michio Kaku, auntor de Physics of the Impossible, cree que los creadores de Lost están utilizando ciencia de vanguardia para sentar las bases de un túnel reversible a otro punto del espacio y del tiempo, presagiado en un vídeo de la estación The Orchid, que Lindelof y Cuse prometieron que sería clave en los siguientes episodios. "Están acelerando la energía hasta el punto en que el espacio y el tiempo se rompen, y la estructura empieza a rasgarse", asegura Kaku. "Cuando esa estructura empieza a romperse, las cosas que considerábamos imposibles empiezan a hacer posibles de nuevo".
Incluso la nueva tecnología tiene sus límites. Y el equipo de Lost no tiene problema en modificar algunos teléfonos por satélite de nueva generación según sus necesidades, como al principio de la temporada. "No queremos ponernos en una situación en la que estamos casados con que todo existe tecnológicamente. Decidimos que nuestro teléfono por satélite sería moderno, alta tecnología", dice Cuse. Y Lindelof añade que estamos tratando con personal de un ser que es capaz de montar un falso accidente en el fondo marino que un submarino es incapaz de recuperar.
Una cosa es cierta: Lost es la primera serie de televisión desde Mr. Wizard que hace buena ciencia ficción. En muchas páginas web dedicadas a Lost, espectadores obsesionados analizan cada una de las capturas, debaten teorías sobre la vida en el prugatorio y juegan a adivinar la respuesta científica más determinante: ¿Qué es esa Isla? Andy Page, webmaster de DarkUFO, dice que su web recibe 800.000 vistas después de cada episodio y ha tenido más de 50 millones en dos años. "Empezó como un simple blog que listaba todos los misterios de la serie y la bola de nieve empezó ahí", asegura Andy.
"Eso nos deja atónitos, de hecho", dice Cuse. "Nunca imaginamos que la gente se implicaría en las tramas hasta el grado que lo hacen. Sólo intentamos hacer una serie que sea fresca y entretenida". Sin duda, misión cumplida.
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